A veces, o se puede decir muy a menudo, las personas cometemos errores (así es, me incluyo), y éstos pueden perjudicar nuestros sueños, aspiraciones y cada factor de nuestra vida. Un error lo podemos afrontar, pero ¿las consecuencias?
Hoy alguien que quiero muchísimo está afrontando las consecuencias del error más grande de su vida, un error que le ha costado más de lo que a muchos nos costó un error insignificante, y por esta consecuencia hoy; así diga que no, lo veo triste, cabizbajo o como diría mi papá meditabundo.
Sólo quiero mediante mis palabras decirle que todo estará bien, que nosotras (él sabe quiénes somos) lo apoyamos y confiamos en él como en nadie, y que sabemos y tenemos fe en que todo saldrá de la mejor manera.
No desesperes, un error lo comete cualquiera, errar es humano y tú no eres la excepción, pero excepcionalmente nos tienes a nosotras para apoyarte en cada decisión que tomes ahora debido a ese error, si así muchos digan que “no tienes excusa” y te señalen con el dedo para nosotras siempre la tendrás.
¡Te quiero! Y sabes que en este camino tan largo a recorrer me tienes para ayudarte a no tropezar con nuevas piedras, sabes que soy tu amiga y estoy para apoyarte en todo, porque creo que tu SI te mereces UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.
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