Hoy quiero escribir sobre ella, la personita que si ríe, me levanta; que si llora, me hace fuerte con tal de poder verla tranquila; la que lo que me pida sabe que siempre lo hare, así reniegue lo haré. La que con una mirada puede desciframe completita, la que con una mirada me dice que sucede y como debo actuar, la personita que me conoce mejor que nadie.
Se sabe que a menudo hay una persona con la que eres capaz de pelearte y amistarte en cuestión de segundos, son esas peleas las que te demuestran que a pesar de todo siempre será alguien importante y especial; ese alguien que me trasmite lo sentimientos más hermosos, porque no solo es mi hermana sino MI MEJOR AMIGA, la linda.
Como lo digo cada vez que tengo la oportunidad, y ésta no será la excepción, ella es mi “pequeñita perfecta”, la sostuve en mis brazos a sólo horas de haber nacido, empezó a ser parte mi vida para quedarse. Es la bebe, niña o quizá ya adulta, que se roba mi corazón y a pesar de que trate siempre de hacerme la dura nunca podre negarle algo, ella lo es todo para mí, porque me ha enseñado más de lo que cualquiera podría haberlo hecho.
Es mi bebe de ya 19 años, no puedo creer que rápido pasan los años, y no puedo creer que esa pequeñita que hace ya 17 años correteaba para que no se escapará, la que me pedía un “dunche” o la que decía “soy dubia” hoy sea ya toda una adulta, a punto de empezar una nueva etapa de su vida.
Ella está a punto de cumplir una meta más en su vida, en esa vida llena de triunfos y por la que todos los que la conocemos estamos 100% orgullosos de ellos; el postular a la universidad, es la nueva meta cumplir por mi niña perfecta, y para mi es importante que sepa que pase lo que pase, que sea cual sea el resultado todos la apoyamos y nos sentiremos siempre orgullosos de ella.
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