Sólo GRACIAS...

Y se acaba el tiempo, a punto de cumplir 11 meses y terminar con esta etapa bonita de mi vida. Aquí va la historia, ya que como dicen, para todo hay una primera vez, aquí les va la historia de mi primera vez, de mi primera vez creciendo y convirtiéndome en un adulto con responsabilidades.

El 25 de marzo de 2010 es un día que jamás olvidaré, puedo estar segura que marzo del año pasado me trajo cosas grandiosas esas que marcaron mi vida y tendré presente para siempre. Como ésta, empecé con algo nuevo, algo a lo cual me entregué por completo y en lo que puse mis ganas al 100%, ese algo que me demostró que soy capaz de seguir órdenes, de trabajar bajo presión; que en una sola palabra soy CAPAZ.

Llegué a un lugar en donde en todo momento pude ser yo misma, en donde sin dudarlo siempre mantuve mi punto de vista y aprendí muchísimo y no sola, sino bajo la mirada vigilante de aquél que se convirtió en todo este tiempo en más que un jefe gruñón (cosa que así haya querido ser, conmigo nunca lo fue y se lo agradezco de todo corazón) fue para mí ese alguien a quien podía ir a preguntarle las cosas y podía estar segura que recibiría la respuesta a mis dudas, él es una persona de la cual aprendí mucho y hoy que se acaba esta etapa le puedo asegurar que muy pronto diré: “esto lo aprendí, porque Ricardo pacientemente me dijo <Lee chibola, lee>”; gracias a él puedo estar segura que he aprendido lo necesario y quizá más y que las palabras del 3 de febrero quedarán para siempre en mi corazón, no sé si él en algún momento leerá esto, pero se lo dije y se lo diré siempre, Gracias Dr. Álvarez.

Tampoco puedo dejar de hablar de quien en sólo meses me ayudó mucho, y que en estos últimos días en donde se acaba esta aventura absolví todas mis dudas, aquellas preguntas ella no dudo en responderlas, sé que el tiempo no fue suficiente para conocerla como hubiera querido, pero no dudo que en ella tengo a una futura colega, una que miraré y podré decir: “ella fue mi jefa, y fue increíble aprender de ella”. Gracias Maricarmen eres una persona que en verdad me ayudo a aprender demasiado, no dudes que este cortito tiempo me enseño a quererte y confiar en ti al punto de poder abrir mi corazón y contarte mis cosas, gracias por oírlas.

Si estoy hablando de esta etapa no puedo dejar de hablar de mi Pao, esa gran amiga que sé sabe todo lo que me paso en este año que de una manera peculiar fue bastante agitado para mi, ella fue siempre y será (eso no lo dudo) esa amiga con la que me podía pasar hablando a más no poder, ya que cada fin de semana esperaba que se pasará con mil cosas para poder llegar el lunes a contárselas, ella es esa hermana mayor que no tengo, pero que aquí la encontré, no se imagina cuanto la voy a extrañar y cuanto aprendí con ella, gracias mi Pao, te quiero tantísimo!.

No dejaré de mencionar a Esther, Edu, Pao R. y María, ella fueron el grupo con el que mejor me acoplé, y aunque yo era una de las más pequeñas (porque a la llegada de María en teoría dejé de ser la menor) siempre me apoyaron y me dieron la oportunidad para que con mi poca experiencia pueda formar parte de sus conversaciones, aprendí mucho de la vida con ustedes, las voy a extrañar y sé que en algún momento haré algo y recordaré que eso ya lo sabía por ustedes, gracias chicas son personas increíbles.

Bueno y no puedo dejar de agradecer a Mafe, que sin ella definitivamente hoy no sería “La Chibols”, gracias Mafe, aunque muchos digan que es un peculiar apodo, sé que es MIO, y para mí siempre será especial. Y por último a mi vecino por pocos meses, pero los suficientes como para reírme cada vez que era y no era necesario, ¡Gracias David! Extrañare como diría Fabi, “la dosis del día”.

En pocos días me toca mirar a otro lado, tomar un rumbo distinto, pero sé que no para siempre, ya que lo que se termina con estas personas maravillosas es sólo el vinculo laboral, porque son y siempre serán para mi unos amigos increíbles de los cuales aprendí más de lo que en algún momento pensé, tengan la seguridad que cada uno tiene un pedacito de mi corazón. Los quiero, ¡Gracias!... Y… No es más que un hasta luego, no es más que un breve adiós.

Ps: Gracias Aventura, te convertiste en mi segundo hogar, en donde me diste otra familia, en donde aprendí y la cual voy a extrañar.