Como sabrán mi blog en realidad no tiene una serie de notas que se hilen una tras otra, o de alguna manera sigue una estructura de temas; al contrario, mi blog está orientado a que las personas puedan leer lo que yo pienso o siento con las cosas de las que soy parte o las cosas que llegan a marcarme, y estoy segura son vivencias con las cuales muchos de ustedes se pueden sentir identificados.
Ayer estaba en el auto y por mi ventana pude ver en un carro que estaba de lado a un ángel, un pequeño ser que no pidió venir a éste mundo, pero que hoy está entre nosotros, él extendió su mano y quiso “jugar” con nosotras (estaba con mi hermana y mi mamá), me lleno el alma. Pero, por qué escribo sobre este ángel, porque es uno de esos niños que con una sola sonrisa pueden marcar tu día, él era un niño con síndrome de down.
Ellos son niños como todos, con la diferencia que por esos azares del destino tienen algo más que nosotros, así es, ese algo adicional que no los hace diferentes sino ESPECIALES, y ¿Por qué esa palabra en mayúsculas? Pues ellos se diferencian de la manera más preciosa de lo común, poseen características extraordinarias, pues enseñan con el ejemplo a vivir sin importa las adversidades.
Ellos poseen un cromosoma más. Si bien es cierto no tienen las mismas características que nosotros en cuanto al físico, son tan humanos y tan personas como cualquiera que puedes ver caminar por la calle, pero algo los hace diferentes nuevamente, son pequeños angelitos que te demuestran con el pasar de los días y con cada momento de su existencia lo importante que es vivir el día a día, y llenar de emoción y felicidad a quienes tenemos la oportunidad de conocerlos, su sonrisa nos demuestra que vale la pena luchar.
La discriminación es dura, y peor aún cuando es realizada por niños, esos pequeños que no lo hacen para dañar, sino que al ver a alguien que no se ve igual que ellos lo marginan. Creo de todo corazón que ellos no son diferentes pues tienen exactamente lo mismo que nosotros UN CORAZÓN y por ende una serie de sentimientos que también son dañados. Eduquemos a nuestros hijos en una cultura antidiscriminación y demostrémosles con nuestras enseñanzas basadas en acciones que esos angelitos que no pidieron venir al mundo son tan iguales a nosotros.
Un niño con síndrome de down es una estrellita que fue puesta en la vida de las personas que tiene a su alrededor para enseñarles que vale la pena luchar a pesar de las diferencias, son esos ángeles puestos en la tierra, ya que Dios manda a sus ángeles para llenar la vida de las personas, él nos los presta para poder aprender de ellos.
¿TÚ ESTÁS DISPUESTO A APRENDER DE ELLOS? |
Ellos son para mí, los ángeles caídos del cielo, y estoy segura que podré en algún momento de mi existencia vivir la experiencia de aprender con ellos. ¿Alguno más se apunta a querer aprender de un ángel?
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