El 2010 fue un año curioso, bastante inusual, un año que como todos trajo alegrías, penas, desengaños y metidas de pata. Un año que sin duda alguna me marco, quizá al igual que los años anteriores, o quizá más.
Este año aprendí que nada dura para siempre, que con el error más grande se puede terminar algo que pensamos era para toda la vida. Este año termine, por fin, una relación con la cual trate de iniciar el año, pero que a tiempo pude darme cuenta que no valía la pena seguir con ella, fue por eso que mi año empezó diciéndome: “no apresures”, estar sola a veces es mejor.
Y así fue, estar sola por un tiempo fue mejor, hasta que apareció a quien yo llamo “mi amuleto”, esta personita especial estuvo este año en todo momento bueno, era mi amuleto de la buena suerte; jamás olvidare el domingo 14 de marzo, eso lo tengo claro.
El 25 de marzo me marcó por completo, era la primera vez que trabajaría, y no me puedo quejar, inicie esa etapa de mi vida en el mejor lugar de todos, un lugar en donde no sólo sentía que debía trabajar, sino muy por el contrario, era un lugar en donde además de ello, había encontrado mi segundo hogar. He conocido gente maravillosa, muchos de los cuales ya no están pero de los que puedo decir que aprendí muchísimo e hicieron de mi 2010 un año colmado de conocimientos y nuevas vivencias. Me convertí en la “chibols” o la “peque”, peculiares apodos, es que es cierto, soy la pequeña aquí.
Ese lugar tan especial estoy segura que me marcará para toda la vida, ya tengo 9 meses aquí, y siento que esta oficina siempre será parte de mi, tanto sus paredes como las personas que he podido conocer, cada una más singular que la otra, mi jefe, mi jefa, mi compañera de rajes (tu sabes que me refiero a ti), y cada una de las chicas con las que pude aprender, llorar y reír, creo que hasta pude en algún momento dar mi punto de vista.
Y el 6 de junio solo lo mencionaré, es una fecha “especial”, un beso que supo como hacerme sentir lo que pensé había olvidado que existía…
La universidad, nuevamente, un ciclo genial donde conocí a nuevas personas que me han enseñado mucho y con las que he disfrutado cada día de “estudio”, las clases de “chanchiz” (su peculiar examen final), los exámenes del profe “churro”, la profesora rayada (pero increíble persona) y cada uno de esos profesores que marcaron mi regreso a las aulas.
El conocer a mi nueva amiga genial, con la que este año pude pasarme horas hablando, no iré más allá en mi historia con ella porque planeo hacerla protagonista de una entrada.
El alejamiento de mi “amuleto”, quizá fue lo mejor; pero nuevamente estás ahí y como dijimos ese día mediante la “promesa del dedo meñique” no te volverás a ir.
El 29 de diciembre, el último beso del año, gracias pequeño. Y el último aliento del año.
Se acabo el 2010, y ahora esperemos que el 2011 nos sorprenda, y nos enseñe más que el año pasado, esperemos que cada una de las personas logre lo que se proponga, esperemos que este sea un año genial, especial y para recordar. Sólo sé, que espere al 2011 desde que empezó el 2010, y 2011… TE TENGO FÉ!
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